Seguramente era algo familiar hasta que la señora se puso cachonda. Ahora vemos como la tetona abre las piernas para la sesión de fotos y podemos ver su coño. Sonríe para demostrar que está feliz por ser una zorra ya siendo tan vieja.
Algo que hay que admirar, realmente no todo el mundo tiene la valentía de llegar a esa edad y entender que no hay nada de que avergonzarse. Ya que en cien años ya nadie se acordara, lo mejor es seguir el ejemplo de esta gorda que se desnuda como haciendo una gracia.
A mí no me da mucha risa, realmente y tengo que admitirlo. Lo que si pienso es en cómo sería darle una follada y los gritos que debe pegar la doña cuando tiene un orgasmos. Creo que de tantos que habrá tenido en su vida, ya sabe cómo dejarse llevar por el momento.