Una mujer de su edad, mira como la tecnología hace que las mujeres sean un poco más zorras, ella está probando eso del selfie porno con su móvil nuevo y quiere ver mejor sus tetas. Que su marido también las vea.
¡Obvio! No hay objeto en hacer algo y no tener el crédito, que nadie pueda ver lo que está haciendo mientras se exhibe, es un crimen y además, una pérdida de tiempo. La rubia madura, entiende que su macho debe sentirse halagado y devolver el favor al verla desnuda.
Así funcionan las cosas ahora: debes mostrar tu cuerpo a un hombre y este va a elegir si quiere aventurarse a entrar entre tus piernas y darle una probada a tu coño. No pretendas cambiar el mundo, aprender a vivir en él ya que no hay tiempo para idealismos.