La mujer sonríe porque lo ve como una travesura, es una rubia madura y no importa que hasta cuando está meando, su marido le hace fotos caseras. Él solo quiere retratar sus tetas grandes y una que otra guarrada.
Es parte de un matrimonio feliz donde la mujer se comporta como una zorra porque no puede darle hijos y eso evita que a cada rato él piense en buscar una con menos edad. Ya ella sabe cómo hacerle mamadas de pollas y el momento exacto en que puede hacerlo.
Él está acostumbrado a su coño y sabe de qué lado presionar más para que se sienta mejor mientras la está penetrando. Buscar algo nuevo es empezar de nuevo y para la gente pragmática, eso es algo que da un poco de flojera. Entonces está bien que sigan juntos.