El día llego, ya está casada y ahora su marido no deja de fotografiarla desnuda. La asiática puede ver muchas fotos porno de su coño y sus tetas, también mientras están follando. Parece que muchas ganas le tenía su esposo.
Ahora, que puede hacerlo de una forma legal y amparada por la cultura de la esclavitud institucionalizada, no quiere perder nada de tiempo. Es normal, sabe que en unos años más, ya no será lo mismo y el aburrimiento hará lo estragos que hace en una madura.
Es lo que pasa luego que subes al altar: la vida te da la oportunidad de probar algo nuevo que ya mañana, no lo será. Iras donde las putas como un hombre normal y te vas a debatir entre seguir con la unión, o renunciar a contribuir con el sistema de reproducción social.