La biología se equivoca porque esta mujer que tiene 30 años, está más buena que una más joven. La vemos desnuda y su hermoso rostro sin arrugas, nos hacen creer que algo raro está pasando. Deben ser los transgénicos, siempre son los transgénicos cuando no son los aliens.
Sin embargo, eso importa poco porque lo que tenemos en frente, es a una madurita que ahora es que le queda un largo camino por delante con pollas en la boca. Seguramente ella sabe y por ende, su sonrisa que siempre luce de una forma espectacular. Tal vez sean las poses, pero es buena.
De eso sí que no podemos dudar porque lo estamos viendo. Todos vemos como su coño se pone muy baboso mientras abre las piernas para que le hagan las fotos caseras. Esas son las cosas que deberían estar en un museo y no esos artefactos con los que nadie se puede hacer la paja.